Pensamientos: es el lenguaje o el diálogo interno que podemos tener, ya sea de forma consciente o de forma inconsciente.
Creencias: son una especie de máximas o lemas generalmente inconscientes que gobiernan nuestros pensamientos, emociones y conductas. Ejemplos: “la gente no es de fiar” “el mundo es un lugar hostil” “soy un inútil”.
Emociones: son unas respuestas automáticas adaptativas creadas en el cerebro para reaccionar ante diferentes circunstancias, con el fin de prepararse para una conducta congruente.
Ejemplos:
- Miedo: reacción de lucha, huida o parálisis ante una amenaza potencial.
- Ira: reacción defensiva que aporta energía ante una injusticia.
- Tristeza: reacción que acontece ante un choque emocional y que tiene el fin de liberar al cuerpo del malestar emocional, y de encontrar personas empáticas que aporten apoyo.
- Alegría: reacción de apertura y juego que aporta buena energía y vínculos positivos.
- Culpa: aparece como un impulso para reparar un daño que hemos podido casar a terceros.
- Vergüenza: sensación desagradable que acontece cuando alguno de nuestros actos no está en sintonía con el grupo, para hacernos saber que no sería conveniente repetirlo.
Sensaciones: reacciones físicas que toman forma en un lugar determinado del cuerpo.
Conductas: acciones voluntarias, involuntarias o automáticas.
Consciente: cuando eres consciente de tus creencias, pensamientos, emociones, sensaciones y conductas.
Disparadores: situación, lugar, expresión verbal o facial, etc., que puede activar un recuerdo inconsciente.
Inconsciente: material (recuerdos, pensamientos, creencias, emociones, sensaciones) dentro de nuestro cerebro que no son accesibles a nuestra consciencia.
Procesos automáticos: son pensamientos, recuerdos, emociones, sensaciones y conductas que actúan de forma autónoma y sin control consciente y voluntario.